Una prueba de polígrafo que se realice siguiendo protocolos científicos validados según estándares internacionales, debe durar entre 90 minutos (como mínimo), hasta 2 horas o un poco más. Además, la prueba debe ser individual; no debe haber presente nadie más en la sala que el poligrafista y el evaluado; excepto en circunstancias especiales en donde se requiera la presencia de un intérprete. Revisa algunas generalidades sobre los protocolos validados en nuestro artículo sobre la aplicación correcta de la prueba.